3 exposición: Bill Viola: Espejos de lo invisible


Bill Viola nació en 1951 en Nueva York y se formó en Bellas Artes en la Universidad de Siracusa. Tuvo interés en las cámaras de vídeo, en la manipulación de las imágenes y en mostrar variadas expresiones y sentimientos y emociones hacia el espectador, convirtiéndose en un gran artista en el campo de vídeo-arte. Refleja en sus obras símbolos destacando el paso del tiempo, la muerte, la espiritualidad, el nacimiento, espacio y soledad. Realiza estos vídeos con cámara lenta y con montaje en bucle. Algunas de sus obras son:

  • Incremento: Observamos en una pantalla de televisión, un dispositivo tecnológico con movimiento  y un primer plano de Bill Viola siendo el punto de atención en blanco y negro, mostrando su rostro que mantiene la mirada fijamente al frente. En la parte superior derecha hay un contador donde se muestran unos números rojos, en referencia con el número de respiración del propio artista. Ese contador quiere decir que, si alcanza las nueve cifras, sería el número de respiración de una persona de 80 años. Por lo que en esta obra se representa el paso del tiempo, la vejez, la transición de nuestros periodos de crecimiento y el incremento de la edad. Algo también que tiene que ver con el espacio y la contraposición entre la vida y la muerte.
  • El estanque reflectante: En esta obra se puede ver un bosque como paisaje, delante de los árboles se halla a un hombre de pie en frente de un estanque, este seguidamente salta pero se detiene el tiempo y esa persona permanece congelado encima del estanque, pero solo él se queda paralizado, lo demás sigue en su curso y en movimiento, como se puede fijar en las formas onduladas que realiza el agua y en sus reflejos y el sonido del propio bosque, predominando el color de la vegetación, es decir, el verde propio de la naturaleza, con la cual se funde el hombre. A pesar de ser un vídeo antiguo, está bien realizado para su tiempo. Representa el nacimiento y la muerte mediante los siguientes cambios: de lo temporal a la intemporalidad, del día a la noche, del objeto al reflejo y del movimiento a la quietud. También transmite, por medio del movimiento del cuerpo, la unión con lo natural, del pasado al futuro, los cambios de vida y el renacer.
  • Mártires: Compuesta por cuatro pantallas que reflejan, mediante un fondo oscuro, los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua; en el que en cada uno de ellos el personaje sufre la fuerza de estos. En el mártir de tierra, hay un hombre cubierto con un montón de arena que poco a poco se va levantando a medida que esa materia va ascendiendo hasta desaparecer. En el mártir de aire, se ve a una mujer colgada por las muñecas y atada por los pies, quien es azotada por el aire. En el mártir del fuego, aparece un hombre sentado en una silla, quien es rodeado
    de llamas de fuego tapándole casi completamente. En el mártir del agua, se halla a un hombre arrojado en el suelo, que lentamente se irá elevando por una cuerda, hasta estar colgado boca abajo y cayéndole agua encima. 

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